viernes, 17 de octubre de 2008

Sigue el Tao

Puntos imporante del Tao: Holismo (del griego holos que significa «todo», «entero», «total») es la idea de que todas las propiedades de un sistema biológico, químico, social, económico, mental, lingüístico, etc. no pueden ser determinadas o explicadas como la suma de sus componentes. El sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes
Individualismo es la actitud que lleva a actuar y pensar de modo independiente, con respecto a los demás o frente a normas establecidas. Tendencia filosófica que da prioridad a los derechos del individuo frente a los de estructuras sociales o que afirma que de los primeros surgen los segundos.

El taoísmo, palabra derivada de un caractér del idioma chino que se lee Tao o Dao (Romanización en Pinyin). Éste termino, a menudo suele ser interpretado como "vía" o "camino", más bien podría entenderse como "intuición, sensibilidad, espontaneidad, vida" o de manera más abstracta como "sentido".

El Taoismo se desarrolló a partir de un sistema filosófico basado en las escrituras de Lao Tzu (Lao Zi, en pinyin, la transcripción fonética del idioma chino). El texto que se da por sentado escrito por Lao-Tzu o Lao-Tse es el Tao Te Ching o Tao Te King (Dao De Jing, en pinyin). Lao Tzu, se supone que vivió durante el siglo VI a. C. y, por ende, tradicionalmente se fecha en ese siglo la redacción del Tao Te Ching, aunque se conjetura que es una recopilación hecha por varias personas.

El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una positiva, otra negativa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan sino como una unidad. Son el Yin (fuerza negativa/sutil, femenina, húmeda...) y el Yang (fuerza positiva/concreta, masculina, seca...). La tercera fuerza es el Tao, o fuerza superior que las contiene.(véase Yin-yang)

El significado más antiguo que existe sobre el Tao dice: "Yi Yin, Yi Yang, Zhè Wei Tao", es decir, "un aspecto Yin, un aspecto Yang, eso es tao".

Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras: "Yang" literalmente significa la ladera luminosa (soleada) de la montaña, y "Yin" la ladera oscura (sombría) de la montaña; entiéndase la idea de montaña como símbolo de "unidad". Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza.

La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida sobre la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.

Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.

El gran taoísta Lin An define así "el camino de la felicidad":
La gran mayoría de las personas

qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para
disfrutar de las cosas.

El Tao es "simplemente" algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento humano. Es así que casi en su inicio el Tao Te King reza:
El tao que puede ser denominado tao
no es el verdadero Tao...

Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente, y por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó Tao, que significa "camino" o "sendero" (recto o virtuoso) que conduce a la meta.

Cuando Lao Tse habla del Tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo. Porque el Tao "es" como el espacio vacío para que se manifieste el todo.

"Existía antes del Cielo y de la Tierra", dice, y, efectivamente, no es posible decir de dónde proviene. Es madre de la creación y fuente de todos los seres.
El tao engendró la unidad.

La unidad dio origen a las dos facetas
las cuales dieron el ser a la triada
y la triada produjo los diez mil seres.

El Tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la Creación. Es el principio de todos, la raíz del Cielo y de la Tierra, la "madre" de todas las cosas. Mas, si intentamos definirlo, mirarlo u oírlo, no sería posible: el Tao regresa al No-Ser, ahí donde es insondable, inalcanzable y eterno.

Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al No-Ser, con el que nunca deja de estar ligado.

El Tao del No-Ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el No-Ser.

El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de No-Ser y el mundo de los fenómenos con el nombre de Ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el nombre de uno es Ser y el del otro, No-Ser, pero aunque los nombres son distintos, se trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los prodigios.

Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, estamos en el camino del Tao.

EL taoísmo excluye el concepto de ley y lo sustituye por el de orden. Es decir, las cosas son de determinada manera debido a que su posicíon en un universo en permanente movimiento les confiere una naturaleza que las obliga a ese comportamiento. Así lo explica Dong Zhongshu, filósofo chino del siglo II a.C:
Cuando se vierte agua en el suelo ésta evita las partes secas y a va hacia las que están humedas. Si dos troncos se colocan en el fuego, éste evita el mojado y enciende el seco. Todas las cosas rechazan lo que es distinto y siguen lo que es igual.
Del mismo modo, las cosas hermosas llaman a otras cosas en la clase de las hermosas, las repulsivas llaman a otras en la clase de las repulsivas. Esto proviene del modo complementario en que se corresponden las cosas de la misma clase. Las cosas se llaman unas a otras, lo igual con lo igual; un dragon tayendo lluvia; un abanico apartado el calor; el sitio donde ha estado un ejercito, llenándose de zarzas... Las cosas, hermosas o respulsivas, tienen todas un origen. Si se cree que construyen el destino es porque nadie conoce donde está su origen. No hay ningún suceso que no dependa para su inicio de algo anterior, a lo que responde porque pertenece a la misma categoría, y por eso se mueve.

¿Cuáles son entonces los patrones de la vía cósmica que el ser humano debe reconocer? La principal característica del el Tao es la naturaleza cíclica de sus constantes movimientos y cambio. “Volver es el movimiento del Tao”, dice Lao Tzu, y “llegar lejos significa volver”. La idea es que todos los desarrollos en la naturaleza, el mundo físico, como en las situaciones humanas, muestran patrones cíclicos de ir y venir, de expansión y contracción.

Esta idea fue sin duda deducida a partir de los movimientos del Sol y la Luna y de los cambios de las estaciones, pero también fue tomada como una regla de vida. Los chinos creen que cuando una situación se desarrolla hasta su extremo, está dado que luego se dará la vuelta y se transformará en lo opuesto. Esta creencia básica les ha dado valentía y perseverancia en tiempos de calamidades y los han hecho cuidadosos y modestos en tiempos de éxitos. Ha llevado a la doctrina de la media dorada en que Taoístas y Confucianos creen. “El sabio”, dice Lao Tzu, “evita el exceso, la extravagancia y la indulgencia”.

En la visión china es mejor tener muy poco que tener demasiado, y mejor dejar cosas sin hacer, que hacer demasiado, pues, aunque no se llegue muy lejos de esta manera, se está seguro de estar yendo en la dirección correcta. Aquel hombre que quiere ir más y más lejos hacia el oeste terminará al este, aquellos que acumulan más y más riquezas para aumentar sus bienes terminarán siendo pobres de alguna manera. La sociedad industrial moderna que continuamente está tratando de aumentar “el estándar de vida” y para ello disminuye la calidad de vida para todos sus miembros es una elocuente ilustración de esta antigua sabiduría china.

La idea de patrones cíclicos en los movimientos de el Tao fue dando una estructura definida a través de la introducción de los opuestos polares yin y yang. Son los dos polos que colocan los límites para los ciclos del cambio:

“El yang habiendo llegado a su clímax retrocede a favor del yin; el yin llegando a su máximo, retrocede a favor del yang”.

Bajo el punto de vista chino, todas las manifestaciones del Tao son generados por el juego dinámico de estas dos fuerzas polares. Esta idea es muy antigua y muchas generaciones han trabajado sobre el simbolismo arquetípico para yin y yang hasta que se transformó en un concepto fundamental del pensamiento chino. El significado original de las palabras yin y yang era el del lado en sombra y el lado iluminado de una montaña, un significado que da una buena idea de la relatividad de los dos conceptos:

“Aquel que deja aparecer ahora la oscuridad, ahora la luz, eso es Tao”.

El carácter dinámico de yin y yang está ilustrado en el antiguo símbolo chino llamado T’ai-chi T’u o “Diagrama del Último Supremo”.

Este diagrama es un arreglo simétrico del yin oscuro y yang claro, pero la simetría no es estática. Es una simetría rotacional que sugiere, fuertemente, un movimiento cíclico constante:

“El yang vuelve cíclicamente a su inicio; el yin logra su máximo y da luego lugar al yang”.

Los dos puntos en el diagrama simbolizan la idea de que cada vez que una de las fuerzas alcanza su máximo, ya contiene la semilla de su opuesto.

El par yin y yang son un gran leitmotiv que permea a la cultura china y determina todos los rasgos de la forma tradicional china de vida. “La vida”, dice Chuang Tzu, “es la mezcla armónica del yin y el yang”. Esta ciclicidad se observa en las estaciones, en los cultivos, en las comidas, que según los chinos deben estar equilibradas en elementos yin y yang para ser saludables. La medicina tradicional china también se basa en el balance del yin y el yang. Cualquier enfermedad se considera una pérdida de equilibrio. El cuerpo se divide en partes yin y yang. El balance entre las distintas partes se mantiene por un flujo constante de energía vital, o Ch’i, por un sistema de meridianos que contienen los puntos utilizados en la acupuntura, que se basa en la utilización de agujas en puntos específicos para reestablecer el flujo de la energía vital y curar así las enfermedades.

La interrelación del yin y el yang, el par primordial de opuestos, aparece por lo tanto, como un principio que guía todos los movimientos del Tao.


El Taoísmo siempre ha tomado en cuenta la realidad, la vida y el conocimiento, constituyéndose estas en características esenciales.

La esencia del Taoísmo no está en su forma sino en su contenido, ya que la forma del Taoísmo ha ido sufriendo siempre cambios, en cada época y en cada lugar, pero su contenido tradicional siempre se ha mantenido y continúa desarrollándose.

El Dios de la fe patriarcal primitiva de China era el Cielo, y el emperador era el hijo predilecto del Cielo y su único intermediario. Para destronar al tirano reinante, la noble familia Chou, Lao-tse invierte estos planteamientos. La nueva divinidad de Lao-tse no es ya el Cielo, sino el Tao. El Cielo queda en segundo lugar, en un plano inferior sometido al Tao.

El Tao-Te Ching no es un tratado teológico. Inútilmente buscaremos una doctrina sistemática bien definida en sus distinciones y aclaraciones sobre la naturaleza y atributos del Tao. Es un libro sapiencial, un tratado de perfección con documentos para la vida privada y para la vida social del hombre perfecto, del sabio.


Las tres virtudes fundamentales del taoísmo:
Paz, tranquilidad y silencio.

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